Noche oscura..
mosquitos ruidosos.. picaduras dolorosas.. hinchazón.. comezón..
calor.. gotas de sudor.. piernas húmedas.. pies y manos de fuego.. estómago ardiente..
letargo..
mínimo suministro de oxígeno..
Mientras me acuesto, el ruidoso ventilador enfría mi rostro;
Con los audífonos en los oídos, cierro mis ojos y escucho cada arreglo de la composición sonora.
Abro los ojos desde adentro,
veo el filo del precipicio que conduce al helado lago azul turquesa;
el viento sutil se desliza acariciando mi piel;
y mi memoria corporal recuerda la frescura de Quito a las seis de la mañana..
Lago Titikaka, Bolivia. |